El día de hoy se caracteriza por la gran mojadura que nos hemos pegado.
El paseo de Inbuluzketa a Usetxi ha sido precioso, con una temperatura buenísima, pero al llegar a Usetxi nos ha recibido la lluvia, a modo de aguacero y, a duras penas hemos conseguido refugiarnos debajo del silo de una granja de vacas.
Al rato, padre e hijo, que estaban haciendo tareas dentro de la nave, nos han ofrecido entrar dentro y refugiarnos de la lluvia.
Ha sido un bonito refugio y además, entretenido. Mientras seguía lloviendo a raudales, nosotros hemos podido presenciar a la señora vaca que cuidaba de su ternero de tres días, y a los granjeros colocarle los pendientes y averiguar el sexo de la nueva ternerilla.
Todo un espectáculo para nuestros ojos de ciudad, que no están acostumbrados a estas historias. Desde aquí, agradecerles a esos granjeros, su ayuda. ¡Muchas gracias!
La vuelta, que en un principio, iba a ser circular, la hemos hecho por el mismo camino. Seguía lloviendo pero era más soportable.
Tenemos que volver a completar la vuelta circular en otro momento y quizás veamos a la ternerica por los prados de Usetxi, pues nos han dicho que al ser hembra, la dejarán para que viva y sea una buena paridora.
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