Este domingo hemos aprovechado para ir al monte con nuestros amigos, Marian y Txemari, y nos hemos acercado al pueblo de Aizpún para poder apreciar su preciosa cascada, a ser posible helada. Nuestra mayor preocupación era la de poder pasar el río, ya que nos temíamos que pasaría con bastante agua, dada la cantidad de nieve que habíamos tenido en días anteriores.
Bueno, la cascada, en toda época espectacular, nos ha encantado y al menos, no hemos tenido que sufrir ese aspecto de peligrosidad que acompaña al suelo helado y resbaladizo. Por lo que, nos hemos podido permitir el acceder a la galería de detrás de la cascada.
En algún lugar de la cascada he perdido las gafas y hemos tenido que volver por nuestros pasos en su busca. No ha habido suerte y hemos desistido de buscarlas, no sin antes, avisar a unos montañeros que subían después, que miraran por si ellos tenían más suerte que nosotros.
Pues, muchas gracias montañeros desconocidos!!! Nos las han encontrado y las han dejado en manos de otros montañeros amigos, que se encontraban todavía por el lugar. ¡Qué suerte he tenido!!!
Nuestra excursión la hemos continuado haciendo la vuelta por otro recorrido. Nos hemos dirigido hacia la caverna de Aldaia. Un recorrido con unas vistas espectaculares hacia el valle de Ollo y pasando por unos bosques de robles grandísimos y preciosos:
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