Partiendo del pueblo de Riezu, hemos tomado una pista hacia Lezaun, siguiendo siempre las marcas blancas y amarillas, y siguiendo siempre al lado del río.
Paraje idílico, con rincones preciosos, de aguas cristalinas y grandes encinas. Rocas con formas extrañas, plantadas en medio del bosque, que parecen menhires lanzados por Obelix, enfín un paisaje para soñar y disfrutar.
El nacedero del río Ubagua es espectacular, el agua tán fría y azul, que algunos se atreven a probar, es una maravilla.
¡Un lugar precioso!
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