Hemos comenzado la ascensión, algo más arriba de Baraibar.
El camino no estaba muy marcado en un principio, pero luego ha sido muy fácil seguir la ruta. Muchos árboles caídos y rotos por el peso de las últimas nieves.
El recorrido está lleno de diferentes "askas". que, aparte de ser lugar de saciar la sed del ganado, aportan unos reflejos preciosos del arbolado:
La subida ha sido muy llevadera hasta los altos, lugar idílico y con unos prados ideales para las yeguas del lugar:
Hemos llegado a una zona karstica, de una belleza increíble, en la que hemos podido observar arkuek, y bordas para el ganado, en lugares estratégicos protegidos del viento y el frío:
La vuelta la hemos hecho por unos bosques de hayas espectaculares, ha sido muy bonita y la próxima vez quizás subamos por este lado desde la antena del repetidor, parece más suave y muy, muy llevadera:
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