El recorrido de hoy por el rincón de Belagua ha sido suave, suavísimo, pero muy bonito.
Nos hemos adentrado, entre hayas, por un camino preparado para gozarlo con todos los sentidos.
Es precioso disfrutar del frescor, el olor y la belleza de estos árboles, tán altos y grandiosos que parece que tocan el cielo.
¡Una maravilla!
El recorrido es muy corto, pero nos hemos entretenido sacando fotos y comiendo fresas silvestres, que hemos encontrado en alguna ezpuenda.
La vuelta al punto de partida, la hemos hecho por un camino totalmente diferente. Hemos vuelto por un camino con pinos altísimos, en el que se aprecia una temperatura mucho más calurosa. Nada que ver con el hayedo.
En resumen, una vueltica corta pero jugosa.
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