Saliendo del puente del Zatoia, zona donde aparcamos el coche, hemos ido subiendo a los altos en dirección a Muskilda. 
Hemos pasado por varias bordas y por lugares idílicos, verdes y llenos de ricos pastos, que nos han brindado la oportunidad de unas vistas preciosas.
También hemos pasado al lado de un roble, de gran tamaño, al que le hemos sacado infinidad de fotos.
Cuando el hambre apretaba hemos almorzado en la borda botín, un trozo de chorizo queso y nueces, que nos han dado fuerza para continuar nuestro recorrido.
Sin llegar a Muskilda hemos bajado por otra ladera al lugar donde habíamos dejado el coche.
Ha sido una excursión de unos 6,5 Km y unos 200 m de desnivel.Muy sencilla y agradable. Hemos disfrutado mucho del monte y de la compañía.
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