Aunque el día no ha salido muy bonito, la vueltica que hemos dado ha sido preciosa. Por fin hemos llegado a un buzón: el del MORTXE, 1107 m de altura. Parece poquico, pero para mí ha sido todo un logro! Los inmensos robles que encuentras en la subida desde Eguillor son enormes, ¡qué bonitos! El camino, muy resbaladizo, nos ha ido llevando a un bosque de pinos en el que hemos visto algún rebotxuelo todavía sin helar. En la cima se ha echado la niebla y no hemos podido apreciar el paisaje, pero sí pisar un poquico de nieve.
UN DOMINGO ESTUPENDO
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