Una excursión corta pero muy agradable. Nos ha recordado nuestros tiempos jóvenes en los que recorrimos esos lugares, ahora desaparecidos, de la antigua Casa del Valle de Erro.
Fueron nuestros primeros contactos con el monte, inicios montañeros que promovieron los curas de la parroquia de San Blas de Burlada. ¡Qué tiempos!